Si bien el ámbito laboral ha sido considerado a lo largo de los años como un ambiente que era reacio a los cambios, la realidad es que los avances tecnológicos han hecho que sea posible una variación en la culta de las organizaciones respecto a cómo perciben a quienes trabajan en ellas y estar atentos a sus necesidades, porque constituyen el capital más valioso que tienen: el talento humano. En otras palabras, son aquellos que hacen que la empresa funcione y vea aumentada la posibilidad de llegar al éxito.
Dentro de algunos de los cambios que se dan en los diferentes tipos de compañías, uno muy importante lo integran las capacitaciones de empresas porque, de esta manera, los empleados de las mismas pueden aumentar sus capacidades y habilidades para lograr las metas y objetivos, como así también adquirir ciertas habilidades que no tenían o reforzar las propias pero siempre orientado a lograr un funcionamiento eficaz y óptimo de la empresa. Las capacitaciones incluyen el trabajo en grupo, la resolución de problemas, la toma de decisiones, qué comportamiento adoptar frente a situaciones difíciles o inesperadas y cómo proponer ideas, entre otras.
La ventaja principal que ofrecen las capacitaciones de empresas es que, gracias a ellas, quienes trabajan allí pueden aprender cosas nuevas y reforzar habilidades, y así crecer en la pirámide de la organización e ir ocupando puestos cada vez más importantes o de mayor responsabilidad.
Cómo hacer frente a un fraude empresarial
Dentro de las capacitaciones de empresas, existe una que en la actualidad se hace fundamental y es aquella destinada a evitar el fraude o cómo capacitar a los empleados a que estén atentos a cualquier delito empresarial que pueda ocurrir.
La realidad es que hoy en día las empresas pueden ser blancos fáciles de cierto tipo de fraude, sobretodo de aquellos delitos informáticos que muchas veces son difíciles de prever. Es por eso que, para prevenir fraudes desde dentro de la misma empresa y perpetuado por los empleados, como para aquellos que provengan del exterior, es sumamente importante y necesario que la compañía invierta recursos para capacitar a quienes formen parte de ella sobre esta situación tan particular.
Brindar una capacitación completa para hablar acerca del fraude debe tener como eje central la información básica para que los empleados puedan determinar cuando algo no funciona como debería. Además, se debe considerar el estudio de casos importantes, gráficos y reconocer con claridad sobre los efectos que el mismo tiene sobre quienes trabajan allí y sobre la empresa en especial.
Algunos de los puntos centrales de la capacitación de empresas respecto al fraude consisten en lo siguiente:
- Qué y cómo: es importante que los empleados tengan la mayor cantidad de información y detalles de aquellos tipos de fraudes que pudieran visualizar en la organización, incluidos aquellos que tienen que ver con su trabajo. Lo importante es lograr que comprendan qué es lo que pueden hacer desde sus puestos para prevenir este tipo de conductas, dependiendo del rubro que tenga la empresa;
- OMS: también es adecuado crear el perfil de una persona fraudulenta tipo y utilizar las estadísticas o información importante para que dicho perfil cobre vida. Dentro de los datos importantes se encuentran el género, la edad, qué posición tiene en la empresa o qué puede significar la empresa para esa persona, en qué sector trabaja y nivel de educación, entre otros;
- Por qué: poder determinar por qué motivos una persona llevaría adelante un fraude es elemental para una apertura de mente de los empleados, es decir, que realmente piensen que es un hecho que puede ocurrir y que muchas veces es cometido por personas que no se imaginarían.
Programa de capacitación sobre fraude
El fraude financiero es uno de los más vistos en el mundo empresarial y como los estafadores utilizan métodos cada vez más modernos e inteligentes para llevarlos a cabo, muchas veces puede parecer imposible detectar estos hechos con anticipación y evitar el golpe. Pero el estudio y la capacitación de los empleados son puntos clave para que la empresa se vea protegida y es por eso que el programa de capacitación sobre fraude cumple un papel fundamental en este sentido.
Se trata de herramientas o consejos que pueden cooperar a que el fraude no ocurra o, si ocurre, que tenga un impacto menor al esperado:
- Transmitir la importancia de prevenir un fraude: es imprescindible que las personas que trabajan en la organización puedan comprender el impacto que puede llegar a tener el fraude y que, además de la perdida de dinero, la organización podría ver afectada su marca o su reputación, lo que podría generar un clima de trabajo tenso y ciertas presiones o estrés;
- Capacitar a los empleados para detectar señales de advertencia: los empleados son los que tienen contacto todo el tiempo con la realidad, entonces es necesario que se encuentren capacitados para detectar aquellos movimientos que pueden ser sospechosos. Hoy en día, por ejemplo, con el avance tecnológico es determinante prestar atención a los correos electrónicos comerciales e intentos de phishing. Esto solamente puede detectarse si la persona tiene una capacitación adecuada;
- Que los empleados presten atención a los detalles: la regla del “parar, llamar y confirmar” podría aplicarse tranquilamente a este caso. Esto quiere decir que ante casos o situaciones dudosas que pueden poner en riesgo la seguridad, la economía o la reputación de la empresa, los empleados deben detenerse, preguntar a quien corresponda y hagan uso de la información que tienen a mano para proceder a la verificación sobre cambios que puedan surgir o sobre una transacción que debe hacerse en dinero. En este sentido, las personas fraudulentas suelen diseñar direcciones de correo electrónico que son similares a las originales y se hacen pasar por individuos que el empleado conoce porque trabaja dentro de la empresa y, si el empleado lee apurado sin reparar en los detalles, esta conducta delictiva puede pasar desapercibida;
- La detección temprana de fraudes debe ser una constante: dependiendo del rubro de la empresa, del número de personas que trabajan allí y de tamaño de la misma, que haya capacitaciones anuales se considera suficiente. Pero debido a que los fraudes pueden provenir de diferentes frentes, no sería descabellado pensar en que las capacitaciones serían ideales si se realizan cada seis meses para poder incluir nuevas iniciativas o tácticas para evitar dichas conductas.
Las capacitaciones de empresas siempre son necesarias para que el desempeño de los empleados aumente y para reforzar ciertos conocimientos. Lo importante es que siempre tendrán a mano herramientas para hacerle frente a las circunstancias que aparezcan y esto tendrá un impacto positivo en la organización, ya que funcionará de manera óptima y tendrá el rendimiento esperado sin lugar a dudas.