Así se cometen los fraudes en pagos con tarjetas de crédito 

Si bien la seguridad en los pagos electrónicos es bastante alta y los datos privados suelen estar protegidos con sistemas encriptados, existe una mínima posibilidad de ser víctimas de fraudes, sobre todo si se trata de pagos con tarjetas bancarias como las de crédito o débito. 

Este tipo de estafa en particular comenzó a practicarse en la década de los 80, cuando tuvo lugar un aumento impresionante en el uso de tarjetas de crédito, débito y prepago a escala mundial. Y desde entonces hasta la fecha se ha mantenido como el método de pago más utilizado en el comercio global, lo que a su vez abrió posibilidades a nuevas tácticas ilegales para cometer fraude. 

Tipos de fraude con tarjetas 

Existen muchas formas en las que se puede cometer fraude usando tarjetas de crédito o débito y su modus operandi varía con tanta frecuencia como lo hacen las nuevas tecnologías, lo que hace casi imposible enumerarlas. 

No obstante, hay dos categorías principales en las que se pueden clasificar estos ciberdelitos: los denominados fraudes de «tarjeta no presente» y los fraudes de «tarjeta presente». Siendo el primer caso el más común y se lleva a cabo cuando la información bancaria del titular de la tarjeta es robada y usada de manera ilegal sin necesidad de tener la tarjeta física en mano.  

Por lo general este tipo de estafa ocurre en línea como resultado de alguna suplantación de identidad o phishing, cuyo método consiste en enviar correos electrónicos a las víctimas haciéndose pasar por instituciones creíbles con el fin de robar información personal y/o financiera mediante un enlace con un programa malicioso.

Mientras que, para el segundo caso suele ser menos practicado, pero igual de ilegal y sucede cuando un vendedor pasa la tarjeta por un dispositivo (muy similar a los kits punto de venta) que almacena su información para posteriormente utilizarla para cargarle otras compras no autorizadas por el titular.  

¿Cómo se lleva a cabo el fraude con tarjetas de crédito?

Este tipo de fraude se facilita debido a que las transacciones con ese sistema de pago en específico suelen tener un proceso muy simple, constando de dos pasos: autorización y liquidación. Al iniciar la operación las partes involucradas, es decir, el comprador, el vendedor y los bancos que realizan y aceptan la transferencia, envían y reciben información para autorizar o rechazar la compra. 

Si la compra es autorizada, se realiza el canje de dinero, que normalmente suele tener lugar varios días después de su autorización. Sin embargo, una vez que la compra ha sido autorizada, no hay vuelta atrás, lo que significa que todas las medidas de detección de fraude deben ser ejecutadas durante la primera etapa de la transacción. 

En cuanto al rechazo de transacciones, este se puede dar solo si ocurre alguna de estas dos situaciones: si el saldo en la cuenta bancaria del titular de la tarjeta es insuficiente o bien, si sobre la base de datos proporcionados por el banco, existe alguna señal sospechosa.

¿Qué debo hacer para evitar ser víctima de fraudes con tarjetas?

Lo primero que debes evitar es entrar a enlaces de emails en los que te pidan llenar formularios con información personal y bancaria, incluso si el remitente dice ser tu propio banco, ya que ninguna entidad real te solicitará información como claves de tus cuentas o datos sensibles. 

Asimismo, antes de realizar una compra online en alguna empresa desconocida, busca en internet el nombre del vendedor y los datos de la compañía, para determinar si la opinión de los consumidores ha sido positiva.

También es importante que al llevar a cabo la compra compruebes que la dirección de la página web en la que estés comience con el protocolo https://, ya que este trata de un protocolo de comunicación para la transferencia segura de datos.

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